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"Pino" Solanas: el documentalista del retrato nacional

  • Foto del escritor: OC
    OC
  • 8 nov 2020
  • 3 Min. de lectura

Por Emilio Gola


A sus 84 años, y a causa del coronavirus, murió Fernando "Pino" Solanas, destacado realizador argentino conocido principalmente por documentales que abordaron las distintas problemáticas que pusieron en crisis o afectaron -y afectan- a la sociedad nacional.


Nacido en Olivos, provincia de Buenos Aires, Solanas presentó una estética propia en cada una de sus producciones y se permitió salir del documental para crear ficciones. Provisto de estudios de teatro, música, letras y derecho, el director debutó en el cine con un par de cortometrajes donde ya se veía el prototipo de su mirada social, y luego estrenó La hora de los hornos (1968), un largometraje de cuatro horas y 20 minutos forjado en la clandestinidad (en esa época, estaba la dictadura de Juan Carlos Onganía) y ganador del Sutherland Trophy del British Film Institute en 1972.

La hora de los hornos denunciaba los avatares del neocolonialismo y la violencia en la Argentina y América Latina. Para ello, también otorgaba un protagonismo inédito a la clase obrera, emparentada con el peronismo. Así, nacía el cine militante de Solanas.


En los 60 también realizó más de 400 cortos publicitarios, lo que le otorgó un mayor manejo de la praxis del cine, tanto a nivel técnico como intelectual. Y ya en 1969, fundó el grupo Cine Liberación junto con Octavio Getino y Gerardo Vallejo. La entidad proponía el concepto de "Tercer cine", es decir, uno que rompiera con el lenguaje fílmico establecido. ¿El objetivo final? La liberación del espectador y la búsqueda de la revolución.


De hecho, en 1971 y bajo el paraguas de ese mismo grupo, Solanas creó dos manifiestos teóricos basados nada menos que en entrevistas al expresidente Juan Domingo Perón, que se hallaba exiliado en Madrid.


A pesar de su posterior exilio a París por los oscuros años dictatoriales de los 70, "Pino" continuó trabajando y se llenó de premios, tales como las condecoraciones de los gobiernos francés, italiano y cubano, el Premio Especial del Jurado en el Festival Internacional de Cine de Venecia, el Oso de Oro Honorario en el Festival Internacional de Cine de Berlín y el de Mejor Director en el Festival de Cannes.

Si bien la revolución ya quedaba como un sueño lejano, el cineasta apostó a abrir los ojos sobre las distintas situaciones del país. Allí destacan el documental La mirada de los otros (1980) y las ficciones Los hijos de fierro (1978), El exilio de Gardel: tangos (1985) Sur (1988), El viaje (1992).


Es particularmente recordada su película Memoria del saqueo (2004), con gran parte de sus imágenes captadas con una pequeña cámara digital. Allí, y con su propia voz en off, Solanas narra las causas que llevaron a la crisis y a los históricos días de diciembre de 2001 en la Argentina. Combina testimonios, archivos de televisión, entrevistas e imágenes donde la polarización entre policías y manifestantes, bancos y ahorristas, y la clase política y la sociedad se palpa en cada escena.


Memoria del saqueo inauguró una serie de documentales que concluyeron con Tierra sublevada: oro impuro (2009). Obtuvo el Premio del Público en el Festival Internacional de San Pablo, así como una nominación en el festival Tribeca y dos a los Cóndor de Plata argentinos.


Más allá de las posiciones políticas, su obra siempre intentó aportar una mirada social, prolija y clara desde los datos y los argumentos, y ayudó a comprender el porqué de la continua decadencia nacional o de sus fenómenos sociopolíticos y ambientales más acuciantes (y angustiantes).


Además, sus múltiples participaciones televisivas, su candidatura al cargo de presidente de la nación en 2007 y sus continuas denuncias sobre el medioambiente también completan el panorama del pensamiento del director, que se dedicó de lleno a la política tras recibir disparos en 1991 tras realizar denuncias de tono político.

"Estos documentales largos que hago son películas de opinión; filmo lo que otros escriben", declaró al portal Tiempo Argentino en una de sus últimas entrevistas. "Mi intención es siempre hacer un cine nacional, democrático y popular, con un claro rechazo de la estructura típica hollywoodense", afirmó en otra de sus notas con la agencia Télam.


Sus últimos cinco años contienen los documentales El legado estratégico de Juan Perón (2016) y Viaje a los pueblos fumigados (2018), así como Tres a la deriva, que se encuentra en posproducción. Vale destacar la producción del documental Que sea ley (2019), construido en base al debate de la ley del aborto en la Argentina. Esa obra está dirigida por su hijo, Juan Solanas, también multipremiado director de cine.

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