Por Emilio Gola
La estrella de la argentina Linda Cristal se apagó a sus 89 años, dejando tras de sí una estela que, entre viajes al pasado, westerns y hospitales, comenzó en Rosario y culminó en los años 80 en Hollywood.
Nacida en la pobreza como Marta Victoria Moya Peggo Bourgés, destacada por su actuación en la serie The high chaparral y ganadora de Globos de Oro en 1959 (Debutante más prometedora) y 1970 (Mejor actriz de TV), Cristal tuvo un feroz cambio en su vida cuando sus padres (él, italiano, y ella, francesa) murieron en un accidente. De ello se dijo que, posiblemente, haya sido un pacto suicida, aunque la actriz siempre afirmó que suicidio fue solo el de su padre al no poder proveer para la familia y encontrar a su esposa fallecida por falta de la insulina que requería a causa de su diabetes.
Tras ese golpe, su hermano mayor se hizo cargo y la ayudó en su objetivo de llegar a la gran pantalla. Como ya se habían mudado a Uruguay por conflictos políticos previos de su padre, la joven estudió piano y canto en el Conservatorio Franklin de Montevideo. Tiempo después, a sus 16, se casó con el actor argentino Tito Gómez, aunque la unión duró solo unas semanas. Fue entonces que partió hacia México, donde el cine vivía su época de oro.
Cristal obtuvo su primer papel en Cuando levanta la niebla (1952), de la mano del productor Miguelito Alemán, hijo del presidente mexicano Miguel Alemán. Luego, y ya con el nombre por la que se la conocería desde entonces (Linda, por su belleza, y Cristal, por lo transparente de su piel), participó en ocho películas junto al actor y productor Raúl de Anda.
Ya hablaba italiano y francés de manera fluida, por lo que decidió aprender inglés para encajar en tierras norteamericanas. Gracias a eso y a su talento emergente, el estudio United Artists la contrató.
A pesar de su arribo a las producciones estadounidenses, sus papeles eran siempre de latina, así que quiso traspasar esa frontera a través del protagonismo en la película Cleopatra's Legions (1959). Pero el cine no le otorgó el timing deseado: como Elizabeth Taylor había sido contratada por la Twentieth Century Fox para realizar Cleopatra (1963), el estreno pasó a llamarse Legions of the Nile y la figura de Cristal como la última gobernante del Antiguo Egipto quedó opacada. Curiosamente, volvió una vez más a aquel Egipto con una valorada The Pharaohs' Woman (1960).
La actriz no se rindió y volvió a escalar posiciones con su rol de mexicana en The Alamo (1960), film dirigido y protagonizado por John Wayne que resultó nominado a Mejor película en los premios Óscar. Luego, hizo lo propio en Two rode together (1961), de John Ford, donde actuó junto a James Stewart.
Antes, en 1958, había realizado la interpretación que le valió su primer Globo de Oro mediante el personaje criollo de Sandra Roca en la comedia The perfect furlough, dirigida por Blake Edwards con las estrellas Tony Curtis y Janet Leigh. Y en 1959, quizás como símbolo de sus apariciones nada menores en cámara, había besado a Clint Eastwood en la serie Rawhide.
Finalmente llegó su gran hit, El gran chaparral, famosísima serie western de los 60 donde interpretó a la sensual Victoria Cannon. Según cuenta el libro Television Western Players, 1960-1975, Cristal ignoró el guion durante la prueba de cámara y realizó improvisaciones que le valieron la elección del productor. Además de llevarse el Globo de Oro -que significó la inauguración de la categoría Mejor actriz de TV-, fue nominada de nuevo en 1971 y ganó sendas nominaciones a los Emmy de 1968 y 1971.
La producción explotó a nivel mundial gracias a su alejamiento de los estereotipos de hombres y mujeres, la construcción de relaciones de familia verosímiles y los ocasionales diálogos en español. Y allí, la argentina sobresalió. Tal era su notoriedad que acudió al programa Sábados circulares, de Pipo Mancera, y condujo un programa en Canal 13, El show de Linda Cristal. Asimismo, ya se le habían atribuido romances con el director nacional Hugo Fregonese y los actores Adam West y Cary Grant.
También se dio el lujo de participar en un episodio de la otra saga western de los 60, Bonanza, así como en un capítulo de Fantasy Island y otro de The love boat, series de los 70 y 80. Su último film devino uno de acción, Mr. Majestyk (1974), en compañía de Charles Bronson. Más tarde, amplió su arte al escribir una historia semiautobiográfica acerca del abuso infantil. Regresó a la Argentina en 1985 para actuar en la telenovela Rossé, y se retiró en 1988 tras colaborar en 12 episodios de la legendaria telenovela estadounidense General Hospital.
"No me volví una gran estrella, pero tampoco habría sido una gran monja", dijo Cristal sobre su posible destino si no hubiera realizado el viaje a México que la depositó en Estados Unidos.
Si bien sus matrimonios acabaron en divorcio, tuvo dos hijos y dos nietos. Justamente, su familia fue una de las causas que la llevaron a retirarse de la pantalla en varias ocasiones. No obstante, nunca dejó de amar la actuación y, por eso, también volvió cada vez que quiso.
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