Fred Willard: un todoterreno de la comedia

Por Emilio Gola

El actor estadounidense Fred Willard murió a los 86 años de causas naturales. Destacado por su improvisación cómica y un rostro que no necesitaba de palabras para causar gracia, acreditó su nombre en más de 300 producciones de cine y TV.

Películas como This Is Spinal Tap (1984), Best in Show (2000), American Wedding (2003), Anchorman (2004) y hasta las animadas Chicken Little (2005) y Wall-E (2008) lo tuvieron en distintos niveles de comedia, una que comenzó con participaciones en The Dean Martin Show, The Smothers Brothers Comedy Hour y The Tonight Show en los años 60 y 70.

Pero también es reconocido a nivel internacional por sus papeles en series de los 90 y 2000 como Sister, Sister, Everybody Loves Raymond y Modern Family, y hasta por sus actuaciones en films más estrafalarios que resultaron un fracaso absoluto, como Date Movie (2006) o Epic Movie (2007).

Además, y entre varios otros, obtuvo roles breves en Get Smart (Supergente 86), Friends, Clueless (Despistados) y Dexter's Laboratory.

De hecho, más allá de sus papeles de reparto, su especialidad fueron esas apariciones que levantaban o reafirmaban el tono de una película o capítulo, como sucede en Wall-E, producción que el actor recordó con cariño en una entrevista: "En Pixar pensaban que me tenían que convencer, pero yo estaba entusiasmado de estar ahí. Con esa película fue la única vez que asistí a la premiación de los Óscar".

Los premios llegaron: fue nominado cuatro veces al Emmy (tres por Everybody Loves Raymond y una por Modern Family) y recibió un American Comedy Award por Best in Show.

Willard nunca dejó de trabajar, como indicó su única hija, Hope, en declaraciones al portal TMZ. Justamente, su último rol está aún por verse en la serie Space Force, que pronto estará disponible en Netflix.

Ese nombre parece darle cierta redención: en los 70, había preparado un rol para un programa homónimo que nunca se lanzó, algo que finalmente pudo hacer en el show Jimmy Kimmel Live! en 2018 para burlarse de la Fuerza Espacial de los Estados Unidos.