Por Julián Haramboure
Esta docuserie de Netflix sigue de cerca las diversas emociones que viven en el Campeonato Mundial de Fórmula 1, tanto dentro como fuera de los autódromos. En un presente en donde este tipo de producciones, como The Last Dance, cuentan con gran aceptación del público, esta propuesta no es la excepción.
Con alta calidad de edición y sonido, el trabajo del productor británico James Gay-Ray (conocido también por sus documentales biográficos sobre figuras como Ayrton Senna, Amy Winehouse y Cristiano Ronaldo) cuenta hasta el momento dos temporadas de diez capítulos cada una.
Desde el primer episodio se puede observar que la narrativa es propia de una serie. Sí, son hechos reales y hay entrevistas con los protagonistas, pero la ausencia de un narrador en off, sumada a las diversas escenas del día a día de los deportistas, le dan una estructura bastante ficcional e, incluso, hasta de reality.
Si bien, por una cuestión de derechos de imagen, en la primera temporada no se ve en detalle a las marcas Mercedes ni Ferrari, esto permite que, durante esos episodios, la atención se centre en el resto de los equipos y sus realidades: no importa quién gana cada carrera, sino la lucha interna de cada escudería y piloto; sus miedos, incertidumbres, alegrías y decepciones. En la dinámica de esta etapa, resulta muy positivo el seguimiento del australiano Daniel Ricciardo, quien además aporta una necesaria cuota de humor en un contexto de visible seriedad.
Hacia la segunda temporada, la inclusión de los dos equipos más fuertes permite ver nuevos aspectos y conocer de cerca a otros protagonistas como, por ejemplo, el multicampeón Lewis Hamilton. Si bien esa season comienza algo reiterativa con un capítulo extenso sobre Haas, va de menor a mayor y obtiene los mismos excelentes resultados que la primera.
El producto entretiene en todo momento, tiene un trabajo de edición impecable y muestra a esta famosa competencia desde otro lado. Se centra en las sensaciones de las figuras y da a conocer diversas internas que se viven en cada equipo.
🤩 Lo mejor: la serie logra que cada piloto se muestre distendido y tal como es.
😒Lo peor: el inicio de la segunda temporada y algunos momentos que pueden resultar redundantes.
Valoración: Muy buena 👏
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