Por Emilio Gola
Reconocido por su actuación en The Sound of Music (1965) y por su participación en decenas de películas que dejaron su huella en la industria, el actor canadiense Christopher Plummer murió a sus 91 años en su casa de Connecticut, Estados Unidos.
Plummer, cuya última película fue Knives Out (2019), no solo se convirtió en el galardonado más longevo en ganar un premio Óscar en 2011 (82 años), sino que también obtuvo los principales galardones interpretativos de Estados Unidos: el Óscar, el Emmy, el Globo de Oro y el Tony.
Ese tardío Óscar que se llevara hace casi diez años fue como Mejor actor de reparto por Beginners (2011), film que también le reportó el Globo de Oro y un BAFTA en la misma categoría. A pesar de tener roles protagónicos, sus nominaciones y galardones siempre le llegaron gracias a sus papeles secundarios, que igualmente tenían la intensidad de un principal. Gestos austeros y precisos, sonrisas cálidas y miradas penetrantes definieron gran parte de su repertorio.
Bisnieto de John Abbot, primer ministro de Canadá, Plummer nació en Toronto y se dedicó al estudio del piano hasta que se inclinó para el lado de la actuación. Ya en la década de 1950 empezó a destacar en el teatro, algo que nunca abandonaría. Incluso logró trabajar en la Royal Shakespeare Company y fue King Lear y Henry V en las obras homónimas, entre otros grandes personajes del Bardo. Así, se convirtió en una leyenda sobre las tablas.
En esa misma década llegaron sus primeros papeles en el cine. Su debut se produjo en el drama Stage Struck (1958), Sidney Lumet, junto a Henry Fonda, Susan Strasberg y Herbert Marshall. A partir de allí, pasó por todo tipo de géneros, desde aventuras de carácter histórico hasta ciencia ficción, comedia romántica y animación. Entre sus créditos más destacados están The day that shook the world (1975), The man who would be king (1975), The return of the Pink Panther (1975), Dragnet (1987) y Star Trek VI (1991). Incluso fue Sherlock Holmes en Murder by decree (1979) y el escritor ruso León Tolstói en The last station (2009).
No obstante, su trayectoria cinematográfica cobró otro valor en los últimos 20 años de su vida, cuando empezó a obtener papeles más particulares o "inteligentes", según la definición del propio Plummer. 12 Monkeys (1995), The Insider (1999), A Beautiful Mind (2001), Syriana (2005), Must love dogs (2005), Inside Man (2006), Up (2009), Barrymore (2011) y The girl with the dragon tattoo (2011). En producción se encuentra Heroes of the Golden Masks, animación que tendrá su voz en algún momento de 2021.
A lo largo de su carrera, fue dirigido por figuras como Franco Zefirelli, John Huston, Terry Gilliam, Ron Howard y David Fincher.
Curiosamente, nunca le terminó de agradar La novicia rebelde. "No es mi película favorita porque creo que raya en la sensiblería. Pero hicimos lo mejor que pudimos para que no fuera tan sensiblera", afirmó en una ocasión. En ese sentido, consideró que el papel de von Trapp había sido el más difícil de su carrera al ser tan "horrible, sentimental y cursi". Pero, finalmente, admitió que la película era de lo mejor de su género y que sentía orgullo de haber participado en ella.
Por otro lado, y tras admitir que había sido alcohólico, explicó qué podía causar tal problema en los actores: "Es una gran decepción cuando la jornada se termina. Has dado mucho de tu propia personalidad y solo tienes el aplauso al final. Es una recompensa maravillosa, pero no es suficiente como para llenar el resto de la noche".
Vale mencionar que la única hija que tuvo, Amanda, es ganadora de tres Emmy y un Tony, y recordada por su papel en Pulp Fiction (1994).
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